RELACIÓN DE DESCARTES CON OTRO FILOSÓFO CONTEMPORÁNEO,
ORTEGA Y GASSET:
El pensamiento de Descartes se puede relacionar con el de
Ortega en torno a cuatro cuestiones: el concepto de razón, el concepto de
sujeto, la concepción del conocimiento y el valor dado a la duda.
Ortega propone una razón integrada a la vida, una razón vital
muy distinta a la defendida por Descartes. No es una razón pura y universal,
desligada de la vida, sino al revés, una
razón concreta que capta la realidad cambiante y radical de la vida humana. Esta tiene tres características: es
histórica, no acepta nada como hecho
porque la realidad no está terminada, es devenir y cambiante y así es la razón;
es narrativa porque “describe” la vida; es a posteriori porque no se acerca a
la realidad con esquemas preestablecidos, como lo hacen Descartes y el
racionalismo.
También hay diferencias en la manera de entender el sujeto.
Descartes utiliza un concepto de sujeto abstracto y universal, Ortega se
refiere a un sujeto concreto y circunstancial. La circunstancia, el mundo que
rodea al hombre, forma parte de él de manera que si no entendemos la
circunstancia, no entendemos el yo de cada uno. En las circunstancias
intervienen el conjunto de realidades totales que rodean al hombre (físicas,
creencias e incluso el pasado). Vivir es convivir, coexistir con todo ello. El
hombre es un ser histórico, que mira al pasado y al futuro como proyecto de vida.
El hombre es un ser en proyecto y su vida es un hacer. Está condenado a elegir
desde la circunstancia. Nunca es definitivamente, sino que va siendo: “el
hombre no tiene naturaleza sino que tiene historia”.
En tercer lugar, tenemos la cuestión del conocimiento.
Descartes lo concibe con rasgos propios de las matemáticas, el conocer
verdadero ha de ser evidente o claro y distinto, debe ser universal, válido
siempre y abstracto, separado de la experiencia. Para Ortega, el conocimiento
es perspectiva. No existe una verdad absoluta y ubicua, como pretende Descartes
y los racionalistas. Cada uno de nosotros captamos un aspecto de lo real desde
su propia perspectiva: “Cada vida es un punto de vista sobre el universo”. Esto
hace el conocimiento algo múltiple porque así son las perspectivas. Cada uno
desarrolla sus perspectivas según las circunstancias y no debemos privilegiar
una perspectiva sobre las demás ni defender un conocimiento “único “ y absoluto
como hacen los racionalistas porque es caer en la “utopía” que es como negar el
lugar en el que uno se encuentra. El mayor error no está en la pluralidad de
perspectivas sino en la reducción a una sola.
La pluralidad de perspectivas en el conocer (gnoseológico)
deviene del sentido ontológico, la realidad en sí no es algo con entidad propia
e independiente del sujeto sino que es móvil y cambiante. La pluralidad de perspectivas en una
condición que impone la propia realidad.
Por último, tenemos la duda. En Descartes la duda es
metódica. En Ortega, la duda tiene un carácter vital y se plantea en relación
con la creencia. La duda es un modo de la creencia y pertenece al mismo estrato
que esta en la arquitectura de la vida, pero carece de estabilidad. En la duda,
como en la creencia, se está. Se duda porque se está en dos creencias
antagónicas que entrechocan y nos lanzan la una a la otra. La duda es una
realidad líquida donde el hombre no puede sostenerse, y cae. Por eso se dice “estoy
en un mar de dudas”.
ACTUALIDAD:
Datos para que podáis orientar vuestra
actualidad.
Él inauguró la filosofía moderna porque hizo depender al objeto del sujeto que
conoce, el objeto existe porque es pensado, ese cogito cartesiano es el que
pone las condiciones de la existencia de cualquier objeto, el ser en sí no es
sino en tanto que es idea pensada. En la actualidad ese racionalismo puro
quiebra. Hoy por hoy hablamos de razón histórica (Ortega y Gasset), razón sentiente (Zubiri) o de razón poética (Mª
Zambrano). Desde perspectivas como la del filósofo francés M. Foucault, se puede poner en cuestión
el sistema cartesiano en cuanto reflexión atemporal y sistemática en la que el
sujeto y objeto de conocimiento no tienen carácter histórico, sino eterno.
La razón al estilo cartesiano alejada de
cualquier indicio de experiencia, emociones…cayó. Así el formalismo de las
matemáticas cartesianas es desplazado por el método empírico hipotético
deductivo.
Agregamos
esta cita de Sabato para colofón: “el ser humano es esencialmente
contradictorio, y hasta el propio Descartes, piedra angular del racionalismo,
creó los principios de su teoría a partir de tres sueños que tuvo. ¡Lindo
comienzo para un defensor de la razón! Antes del fin, ed. Seix
barral.
Tanto la psicología humanista como la neurociencia actual tienden a considerar al hombre como una unidad psicofísica y por tanto el dualismo castesiano que separando el cuerpo del alma asigna necesidad mecánica al primero (materia como algo inerte) y libertad al segundo, queda superado.
Podéis investigar: inteligencia emocional de Goleman
como simbiosis de la razón como modo de conocer necesitado del manejo de las
emociones. El dualismo cartesiano haría imposible la inteligencia emocional; el libro El error de
Descartes, Antonio Damasio. El cerebro en una cubeta. Source code,
2011. Tierra de 5 minutos, Bertrand Russell...
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