Lección 1: “El conjunto de la Filosofía”
La filosofía y su vivencia
“Vamos a iniciar el curso de introducción a la filosofía
planteando e intentando resolver algunas de las cuestiones principales de esta
disciplina.
Ustedes vienen a estas
aulas y yo a ellas también, para hacer juntos algo. ¿Qué es lo que vamos a
hacer juntos? Lo dice el tema: vamos a hacer filosofía.
La filosofía es, por de pronto, algo que el hombre hace, que
el hombre ha hecho. Lo primero que debemos intentar, pues, es definir ese
«hacer» que llamamos filosofía. Deberemos por lo menos dar un concepto general de la
filosofía, y quizá fuese la incumbencia de esta lección primera la de explicar
y exponer qué es la filosofía. Pero esto es imposible. Es absolutamente
imposible decir de antemano qué es filosofía. No se puede definir la filosofía
antes de hacerla; como no se puede definir en general ninguna ciencia, ni
ninguna disciplina, antes de entrar directamente en el trabajo de hacerla.
Una ciencia, una disciplina, un «hacer» humano cualquiera,
recibe su concepto claro, su noción precisa,
cuando ya el hombre ha dominado ese hacer. Sólo sabrán ustedes qué es
filosofía cuando sean realmente filósofos; Por consiguiente, no puedo decirles
lo que es filosofía. Filosofía es lo que
vamos a hacer ahora juntos, durante este curso en la Universidad de Tucumán.
¿Qué quiere esto
decir? Esto quiere decir que la filosofía, más que ninguna otra disciplina,
necesita ser vivida. Necesitamos tener de ella una «vivencia». La palabra
vivencia ha sido introducida en el vocabulario español por los escritores de la
Revista de Occidente, como traducción de la palabra alemana «Erlebnis».
Vivencia significa lo que tenemos realmente en nuestro ser psíquico; lo que
real y verdaderamente estamos sintiendo, teniendo, en la plenitud de la palabra
«tener».
Voy a dar un ejemplo
para que comprendan bien lo que es la «vivencia». El ejemplo no es mío, es de
Bergson.
Una persona puede estudiar minuciosamente el plano de París;
estudiarlo muy bien; notar uno por uno los diferentes nombres de las calles;
estudiar sus direcciones; luego puede estudiar los monumentos que hay en cada calle; puede estudiar los planos
de esos monumentos; puede repasar las series de las fotografías del Museo del
Louvre, una por una. Después de haber estudiado el plano y los monumentos,
puede este hombre procurarse una visión
de las perspectivas de París, mediante una serie de fotografías tomadas de
múltiples puntos de vista. Puede llegar de esa
manera a tener una idea regularmente clara, muy clara, clarísima,
detalladísima de París.
Esta idea podrá ir
perfeccionándose cada vez más, conforme los estudios de este hombre sean cada
vez más minuciosos; pero siempre será una mera idea. En cambio, veinte minutos
de paseo a pie por París, son una vivencia.
Entre veinte minutos
de paseo a pie por una calle de París y la más larga y minuciosa colección de
fotografías, hay un abismo. La una es una mera idea, una representación, un concepto,
una elaboración intelectual; mientras que la otra es ponerse uno realmente en
presencia del objeto, esto es: vivirlo, vivir con él; tenerlo propia y realmente
en la vida; no el concepto que lo substituya; no la fotografía que lo substituya;
no el plano, no el esquema que lo substituya, sino él mismo. Pues, lo que
nosotros vamos a hacer es vivir la filosofía.
Para vivirla es indispensable
entrar en ella como se entra en una selva; entrar en ella a explorarla.
En esta primera exploración, evidentemente no viviremos la
totalidad de ese territorio que se llama filosofía. Pasearemos por algunas de
sus avenidas; entraremos en algunos de sus claros y de sus bosques; viviremos
realmente algunas de sus cuestiones, pero otras ni siquiera sabremos que
existen quizá. Podremos de esas otras o de la totalidad del territorio
filosófico, tener alguna idea, algún esquema, como cuando preparamos algún
viaje que tenemos de antemano una idea o un esquema...Pero vivir, vivir la
realidad filosófica, es algo que no podremos hacer más que en un cierto número
de cuestiones y desde ciertos puntos de vista...”
Lecciones preliminares de filosofía, Manuel
García Morente.
ACTIVIDADES:
1. A partir del texto, define qué es la vivencia filosófica e intenta distinguirlo de tener un concepto, una idea o una representación. Busca algún ejemplo distinto al del texto con el que puedas explicar la diferencia.
2. ¿Por qué todos podemos ser filósofos según García Morente?
3. Ahora, intenta descubrir en ti distintas cuestiones que ocupan tu mente y que podrías considerar "filosóficas".
4. Los filósofos han dedicado su vida a reflexionar sobre distintos temas que preocupan al ser humano. ¿Qué cuestiones consideras que hoy día tratan o deben tratar los filósofos?
ACTIVIDADES:
1. A partir del texto, define qué es la vivencia filosófica e intenta distinguirlo de tener un concepto, una idea o una representación. Busca algún ejemplo distinto al del texto con el que puedas explicar la diferencia.
2. ¿Por qué todos podemos ser filósofos según García Morente?
3. Ahora, intenta descubrir en ti distintas cuestiones que ocupan tu mente y que podrías considerar "filosóficas".
4. Los filósofos han dedicado su vida a reflexionar sobre distintos temas que preocupan al ser humano. ¿Qué cuestiones consideras que hoy día tratan o deben tratar los filósofos?
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