Contexto cultural y filosófico de Santo Tomás de Aquino:
El siglo que nos ocupa, siglo XIII, supone un periodo de
mejoras económicas y de cierto progreso rural, comercial y artesanal que
supondrá un aumento de la población. La sociedad estaba regida por el
feudalismo y, desde el punto de vista político son continuos los
enfrentamientos entre los reyes y sus vasallos; el Imperio y el Papado, donde
los primeros daban más importancia al poder político y querían someter a los
eclesiásticos y los segundos al espiritual. Durante el periodo que vivió Santo
Tomás, o también apodado “doctor angélico o buey mudo” (1224-1274) se
desarrollaron la VI, VII y VIII Cruzada que enfrentaron a musulmanes y
cristianos.
En relación con el contexto cultural, fue de máxima importancia
la creación de las Universidades en este siglo. Entre ellas, la Universidad de
París tuvo mucha repercusión para el pensamiento del doctor angélico en tanto
que allí estudió a Aristóteles de la mano de Alberto Magno e impartió clases.
Otro hecho significativo fue la aparición de las órdenes mendicantes: órdenes
religiosas que surgen ante la corrupción de la Iglesia y contra las herejías
sociales con la intención de llevar una vida en la estricta pobreza. Entre
ellas están los franciscanos y los dominicos, fundadas respectivamente por
Francisco de Asís y Domingo de Guzmán. El arte gótico tuvo como manifestación
característica las catedrales. Otro hecho significativo fue la importancia de
la Escuela de Traductores de Toledo que tradujeron a Aristóteles a principios
del siglo. Aquí conectamos con el contexto filosófico pues fueron los
averroístas o seguidores de Averroes quiénes abanderen la filosofía empirista
del peripatético.
En relación con el contexto filosófico, Santo Tomás
representa el máximo exponente de la escolástica cristiana medieval que
transcurre entre los siglos XI al XV. El autor que nos ocupa representa el
momento de máximo esplendor de la escolástica cristiana. El problema fundamental que aborda es la
relación Fe y Razón como los modos de conocer a Dios, y la relación entre
Teología y Filosofía, consiguiendo Santo
Tomás una posición de armonía y equilibrio entre ambas facultades y disciplinas.
Además existía la escolástica árabe (Avicena y Averroes) y judía (Ibn Gabirol y
Maimónides).
Santo Tomás rechazó el argumento ontológico de San Anselmo
porque carecemos de intuición directa para conocer a Dios (que era lo que había
defendido San Agustín con la teoría de la iluminación inspirada en la platónica
de la participación) y, en cambio, optó por la teoría del conocimiento
aristotélica que se funda en la experiencia. La filosofía de Tomás de Aquino
adapta la filosofía de Aristóteles (que empezó a llegar a través de los árabes)
al cristianismo y de ese modo, por ejemplo, demuestra la existencia de Dios
acudiendo a la experiencia (empirismo aristotélico) y elabora para ello cinco
argumentos o vías a posteriori. De hecho, él luchará contra el averroísmo
latino (los seguidores de Averroes) y conocida es la polémica que tuvo en el
1268 con Siger de Bravante.
La obra que nos ocupa para comentar se denomina Suma
Teológica, concretamente la cuestión 94. En tanto que se ocupa del tema de la
ley natural es de índole ético político. Escrita para sus estudiantes sigue la
estructura típica que seguía la práctica escolar en las universidades
medievales. El libro trata 612 cuestiones y cada una está compuesta de un
determinado número de artículos. Cada artículo, a su vez, sigue una estructura
típica y rígida: enunciar el problema, introducir objeciones, citar una
autoridad, solución y respuesta a las objeciones.
Ideas y justificación del texto: aquí, al leer el texto tenéis que exponer las teoría ética política de Santo Tomás que incluimos seguidamente.
Ética en Santo Tomás: Suma teológica, I, II. Trabajamos la cuestión 94 del libro que se pregunta si la ley natural contiene un único precepto o varios.
Hay un único precepto de la ley natural porque la naturaleza humana, aunque no sea única, toda ella se dispone o depende de lala propia naturaleza humana
racional. La razón es una raíz y de ella derivan el resto de los principios por los que conducir nuestra vida (chicos esta
es la idea principal del texto de la ética tomista que tenéis que
trabajar)
La ética tomista, como la aristotélica se adhiere a la concepción
finalista o teleológica* de la naturaleza humana.
*Tengan en cuenta que para los griegos existían dos tipos de éticas
conforme a dos modos de concebir la naturaleza:
-Ética de móviles desde un modelo mecanicista de la naturaleza (
sofistas, Epicuro) : interesa qué mueve a los hombres a obrar.
-Ética de fines desde un modelo finalista de la naturaleza
(Aristóteles, Platón y Santo Tomás): interesa cuál es el fin que
orienta al ser humano, dónde radica la plenitud humana y el
perfeccionamiento.
1 La ley natural:
De
acuerdo con la teleología aristotélica, Aquino afirma que el
hombre, al igual que cualquier otro ser natural, posee ciertas
tendencias enraizadas en su naturaleza (no es pulsión en sentido
freudiano sino una conducta orientada a un fin concreto), es decir,
existen fines que le son propios. El hombre, de acuerdo con su
naturaleza racional está capacitado (potencialidad aristotélica)
para deducir normas de conducta encaminadas a conseguir esos fines
conforme a su naturaleza ( fines enraizados en la naturaleza del alma
racional platónico), Por tanto, así queda justificada según Santo
Tomás la existencia de la ley natural.
El
contenido de la ley natural se deduce de las tendencias naturales del
hombre que Santo Tomás nos describe en tres:
- En tanto que sustancia, el hombre tiende a conservar su propia existencia. Para cumplir esta tendencia se impone el deber moral de conservar la vida. ( aquí podéis plantear como tema de actualidad si la guerra estaría justificada o acaso la eutanasia, el aborto... y pensar sobre ello en relación con el autor)
- En tanto que animal, el hombre tiende a procrear. De aquí se derivan normas de conducta relativas a la consecución del fin de la procreación y el cuidado de los hijos (podéis pensar sobre la importancia de la familia como institución para los creyentes, la anticoncepción…)
- En cuanto racional, el hombre tiende a conocer la verdad y a vivir en sociedad ( no es un rebaño o manada). De esta tendencia surgen las obligaciones morales de buscar la verdad y respetar la justicia (recordar la importancia de la justicia en Platón o en Aristóteles)
1.1.
Propiedades de la ley natural:
En tanto que la ley natural se deriva de tendencias humanas de su
naturaleza su contenido ha de ser: evidente, puesto que debe
ser para todo hombre ha de ser clara y objetiva, fácilmente
cognoscible; universal, para todo hombre sin distinción;
inmutable, en toda época, constante, sin someterse a cambio
histórico alguno.
1.2. La ley natural y la ley positiva:
Santo
Tomás afirma la existencia de la ley natural y de ella va a
depender la ley positiva ( la distinción griega entre physis y nomos
):
- La naturaleza social del hombre ( tercera tendencia de la ley natural) exige unas normas de convivencia que la regulen (ley positiva). Por tanto las leyes positivas no son fruto del interés del más fuerte (sofistas) ni de un arbitrario convenio entre iguales sino que es fruto de la naturaleza humana, surge de una necesidad interna.
- La ley positiva (su contenido) es una prolongación de la ley natural (de las normas morales naturales).
- Las exigencias de la ley natural han de ser respetadas por una legislación positiva porque la ley natural es el marco y el límite dentro del cual ha de organizarse la convivencia humana.
Tenemos,
por tanto, que Santo Tomás no concibe el mundo del derecho (ley
positiva) y el mundo de la moral (ley natural) como dos reinos
desconectados sino el derecho se halla incardinado en la moral y
el punto de unión no es otro que la idea de justicia. La justicia
como la exigencia de dar a cada uno lo suyo, es una exigencia moral y
es también el fundamento del derecho (iusnaturalismo)
1.3.
La ley natural y el orden del universo:
La ley
natural está conectada con el orden general del universo que para
Santo Tomás, de acuerdo con las exigencias de la doctrina cristiana
de la creación, pone en Dios como causa creadora del universo. Esta
ordenación divina la llama ley eterna (concepto que se halla
en San Agustín y que procede en última instancia del logos
ordenador en el devenir de Heráclito). La ley eterna es definida
como “la razón de la sabiduría divina en tanto que rectora de
todos los actos y movimientos”
Ahora bien, esta ordenación general del universo no regula del
mismo modo el comportamiento humano que el del resto de los seres
naturales. El comportamiento de los seres naturales es regulado por
leyes físicas a cuyo cumplimiento no pueden sustraerse, ya que
carecen de libertad. El hombre, por el contrario, es un ser libre y
de ahí que su conducta sea ordenada no por leyes físicas, sino por
una ley moral que respeta la libertad. La ley natural es, por tanto,
la parte de la ley eterna referida específicamente al hombre y así
lo fundamenta teológica y religiosamente.
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